Aníbal Barca

Cartagineses VS Romanos.

El general Aníbal la barca, dirige a los Cartagineses en su lucha con Roma , estos dirigidos por el general Publio Cornelio Escipión.

Esta interminable lucha comenzó con la declaración de guerra de Aníbal a Sagunto, propiedad Romana, con el fin de restaurar el honor de Cartago.

Aníbal, diseño un plan infalible, que sorprendería a los Romanos, planeo lo que el enemigo no se temía.

 Puso en marcha a noventa mil soldados, con doce mil jinetes y treta y siete elefantes, desde Cartago a Roma, para luchar en territorio Romano.

Recorrieron dos mil cuatrocientos kilómetros, vivieron una autentica odisea antes de llegar a territorio romano.

En el norte de la península itálica sufrieron el ataque de los pueblos del norte y atravesaron los Alpes, en invierno.

Despúes de atravesar los Pirineos Aníbal tan solo contaba con cincuenta mil, de los novecientos mil hombres, que habían iniciado la travesía.

El primer triunfo fue conseguido por Aníbal, cuando asalto en el norte de la península itálica al ejército Romano.

Tras este triunfo “improvisado” de Aníbal, este gano hombres. Se le unieron las tribus del norte de la península itálica. Que no confiaron en Aníbal, asta este triunfo.

Roma, no podía permanecer, con los brazos cerrados, y ante esta derrota amplio su ejército.

Aníbal sorprendió de nuevo al ejército de Publio Cornelio, en Trevia,  donde se disputo la segunda batalla.

Roma perdió en esta batalla a quince mil de sus hombres, incluido un cónsul.

Tras estas dos batallas ganadas, de Aníbal, el general V Flavio, decidió cortar el suministro a los Romanos, una forma de guerra un tanto cobarde. A si qué relucieron su perímetro y le cortaron el suministro de alimentos y agua dejándoles morir de hambre.

Consiguieron así debilitar a los cartagineses.

Los Romanos, no estaban  de acuerdo en dejar a los cartagines morir de hambre, lo consideraban una forma no honrada de ganar al enemigo.

A si que Barror fue elegido cónsul, y se hizo con el poder.

Durante todo este tiempo, Roma había estado reuniendo hombres para su ejército y consiguió el más numeroso de la história; ochenta y cinco mil hombres,, lo formaban.

En agosto de 216 a.C se disputo la batalla de Cannas.

Con una estrategia de Aníbal, que se baso en la disposición de sus hombres de forma estrategica, y la salido insperada de estos de los  extremos una vez, hincada la batalla.

Esta tercera batalla también fue ganada por Aníbal.

Despúes de tres batallas ganadas en territorio romano, Roma se negó a asumir y aceptar al derrota y preparo un gran ejercitó , y se fortaleció durante siete años. Con el fin de soprender a Roma.

Utilizaron la misma extrategia que habían usado los cartaginese con ellos, y decidieron atacar en territorio Caratagines asi que fueron a Cartago Nova.

Aníbal se encontraba con ordenes de permanecer en la península Itálica, estaba apresado allí y no pudó defender a Hispanía de los ataques de Publio.

Los Romanos, arrasaron Hispania y volvieron de nuevo victoriosos a Roma.

Se preparo un cuarto enfrentamiento esta vez, en Cartago, pero decidieron no llamar al general Aníbal. Porque consideraban que los había traicionado.

Esta idea, supuso una derrota para los cartagineses.

Despúes de estar nueve años en territorio romano, Aníbal fue liberado del exilió y se dirigió a Cartago, para ayudar a los políticos que lo habían traicionado anteriormente.

Aníbal y Escipión diputaron su ultima y definitiva batalla, en Zama (norte de Africa). A pesar de que Aníabal intento convencer a Escipión que no se disputara esta batalla.

Era una batalla decisiva.

Aníbal se presento con un ejército de cincuenta mil hombres, y ochenta elefantes.

Escipión con treinta mil hombres.

A pesar de ellos, Escipión uso una estrategia impecable. Este había demostrado todo lo aprendido, de su adversario.

Los cargineses, dejaron a los elefantes, y les abrieron paso, y el resto de estos salieron en estanpida, hacía los cartagineses, matandolos.

Finalmente, esta ultima batalla fue ganada por el general Escipión.

Aníbal se retiro a Macedonia donde murió envenenado.

Aunque siempre permaneció como una leyenda viva, una autentica pesadilla para los romanos.